MANEL VILCHES
¿Alguna vez nos hemos parado a pensar si una casa estaba desnuda o vestida?
Las paredes y los muros, con tantas grietas y poros como pueda tener la piel, se ofrecen - equívoca y obscenamente- a los sorprendidos engranajes de la mirada. El cuerpo de esa máquina de habitar y/o de ocultar, de un color bronce epidérmico, se habita y se oculta en un océano de telas, trapos y plásticos. Las olas textiles y artificiales de la pleamar. Una pleamar de invernaderos y de pellejos plastificados, que se estampan y se imprimen sobre la blanca espalda de las casa. Agua de seda, de nylon, de plexiglás, de metacrilato, que no humedece las secretas humedades de un cuerpo de ladrillos.
FRANCISCO CARPIO
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S.t. (Hering). 2009.
Impresión directa sobre dibond plata.
![](https://ortegamunoz.com/wp-content/uploads/2022/07/Manuel-Vilches-2.jpg)
S.t. (Flatness). 2011.
Lambda.
![](https://ortegamunoz.com/wp-content/uploads/2022/07/Manuel-Vilches-3.jpg)
S.t. (Flatness). 2011.
Impresión papel hahnemühle.
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S.t. 2010.
![](https://ortegamunoz.com/wp-content/uploads/2022/07/Manuel-Vilches-5-scaled.jpg)
S.t. (Luz de Piel). 2007.
Impresión papel hahnemühle.