PABLO LÓPEZ
RAMAS
Granada, 1984) ha estudiado fotografía en la Escuela de Arte de Huesca y ha asistido a talleres con Koldo Chamorro, David Jiménez o Ricky Dávila. Su trabajo ha sido expuesto en Zaragoza, Granada y Badajoz, y se ha proyectado en los Seminarios de Fotografía de Albarracín. Utiliza la fotografía para documentar la relación con lo más cercano, a la vez que construye con las imágenes una ficción en torno a la familia, el viaje y la memoria.
Uno de los libros había terminado, sin que sepamos cómo, en poder de los perros. Lo habían mordido, lo habían llevado de un sitio a otro y las páginas aparecieron por el suelo manchadas de tierra. También encontramos una flotando en la piscina: era una página a punto de romperse con una grieta en el centro. Un tiempo después, al observar la imagen, descubrí que había unas líneas subrayadas en ella: “…habían deseado la reunión con algo que no podían definir, pero que les parecía el único bien deseable. Y a falta de otro nombre le llamaban, a veces, paz.”
La página hundiéndose, la fotografía de la página y las palabras subrayadas me hacen pensar en la fragilidad de las huellas y de los recuerdos: en cómo una imagen puede conservar la memoria, igual que un texto, o puede inventarla, o puede desaparecer con ella. Y en cómo de alguna forma las fotografías también pueden ser como líneas marcadas en un libro: fragmentos de algo mayor cuyo significado nos corresponde a nosotros completar.