SANDRA SANTANA
siEMPrE Un PasO MÁs aLLÁ, En Las aLtUras, LiBrEs aL Fin DE La COnCatEnaCiÓn DE CaUsas DEL PasaDO DisPUEstas Para EsQUivar EL MistEriO
Pero no siempre se acierta. A veces se puede ver el recorrido exacto, la elevación
y el descenso marcados con nitidez en el aire y, sin embargo, caer al agua.
Porque perdiste la concentración, porque después de todo —de esto se ocuparán
de informarnos cuando lleguemos empapados a la orilla— no había puente.
Los signos abren el papel como se abre la boca en el rostro. ¿Pero qué es lo
que sale por esa cavidad oscura? Una hormiga, una medusa, un cactus y hasta
el agua podrida del grifo. Un continuo coro de sonidos sin centro, una enorme
muestra zoológica atravesando el tracto único de la garganta y apoderándose
secuencialmente de la voz.
tODas Las MEntEs sE aBrEn Y CiErran aL COMPÁs DEL sOniDO PaJarÍstiCO DE La LEnGUa: La LEnGUa sE sUELta Y COMiEnZa a MOvErsE DEntrO DE La BOCa
El cuerpo se mueve siguiendo un pulso imperceptible. Silencioso, el zapato de
Piet Mondrian marca, arriba y abajo, el compás del boogie-woogie. Y tú ahora
estás aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí. Así que bailas, en cierto modo, en
sentido figurado, en el mejor de los sentidos, ¡oh sí! el boogie-woogie.
¿Y la mano de Mallarmé?
¿La mano de Yeats?
¿La mano de Juan Luis Martínez?
¿La mano de Mondrian?
¿Qué movía a todas esas manos?
¡El misterio del mundo las movía! ¡Los muertos silenciosos las movían!
El lenguaje moviéndose, cosquilleando la lengua en la boca del lenguaje.
El pajarístico, el imparable ritmo del boogie-woogie.
HiJOs QUE sOMOs DE ULisEs, aQUEL OrGULLOsO DE PODEr Batir a CUaLQUiEra sEGanDO triGO COn Una BUEna HOZ En Un LarGO DÍa sin COMEr DEsDE EL aLBa Hasta EL CrEPÚsCULO
HiJOs QUE sOMOs DE ULisEs, aQUEL OrGULLOsO DE PODEr Batir a CUaLQUiEra sEGanDO triGO COn Una BUEna HOZ En Un LarGO DÍa sin COMEr DEsDE EL aLBa Hasta EL CrEPÚsCULO
Existía un lugar en el que podían verse cruzar con insistencia las direcciones
de un pájaro (en el cielo), un tren (atravesando la vías, bajo el puente) y un co-
che (por la carretera situada al frente). Sentía cierto alivio al avanzar mientras
cada elemento continuaba su rumbo y la abandonaba (después de coincidir
alargando al infinito un brevísimo instante) con la intuición de que en cualquier
momento aquel encuentro podía volver a producirse.
La cáscara de las almendras tostadas se deshace con un movimiento de los
dedos. Así de sencilla es la metamorfosis, así de fácil se accede a la naturaleza
blanca y rugosa del fruto. La costra que se desprende una vez que la herida está
curada. Nada debajo: una fina superficie algo más clara que el resto de la piel.
si nO tE OCUPas DE La POLÍtiCa, aLGÚn DÍa La POLÍtiCa sE OCU- ParÁ DE ti: Un aPUntE sOBrE La iDiOtEZ, La MÁs EntErnECEDO- ra Y CrUEL EnFErMEDaD EnDÉMiCa DEL sEr HUManO
si nO tE OCUPas DE La POLÍtiCa, aLGÚn DÍa La POLÍtiCa sE OCU- ParÁ DE ti: Un aPUntE sOBrE La iDiOtEZ, La MÁs EntErnECEDO- ra Y CrUEL EnFErMEDaD EnDÉMiCa DEL sEr HUManO
Si el mismo cuerpo que alza el puño se golpea la cabeza con insistencia y saña,
¿para qué? ¿Cree que así podrá detener la revuelta? El corazón es frágil (brota
un hilo de agua hacia el margen del ojo), pero continúa duro, como una piedra.