MIGUEL VEYRAT
Junto al manzano
Cuando hicimos un pacto de amor junto al manzano.
YEHUDA HA-LEVI
(Poemas de amor y vino nº 17 v. 4)*
Sería mejor que mi madre no me hubiese parido.
W. SHAKESPEARE
(Hamlet a Ofelia en Act. III Esc. IV)**
Eterno retorno
Mientras escrutaba junto a Beatrice
las entrañas de aquel amanecer
Al respirar juntos su aliento
Un bocado de la manzana original
quedó atrapado en mi garganta
Cada día regreso a visitar aquel lugar
* En “Yehuda ha-Levi, Poemas/ Edición bilingüe” Clásicos Alfaguara, Madrid-México-Buenos Aires, 1994/ Pág. 89.
** (…) I am myself indifferent honest; but yet I could acuuse me of such things that it were better my mother had not borne to me. W.S. “The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark”, III/IV . En referencia al poema “Ante mi delirio”, vid. III/I (I have heard of your paintings too, well enough. God has given you one face and you make yourselves another. You jig and amble, and you lisp, you nickname God’s creatures and make your wantonness your ignorance. Go to, I’ll no more on ’t. It hath made me mad. I say, we will have no more marriages. Those that are married already, all but one, shall live. The rest shall keep as they are. To a nunnery, go.)
El lugar secreto
Manzana roja de la luna
en los latidos del aire
Al otro extremo riela
por la piel del sol
Violeta que se agita
ahora sobre un mar
donde la duda alumbra
La oscuridad de su locura
por mi pasión creadora
Donde regreso ahora
y al unísono inspiramos
el secreto por vez primera
Ensueño de Ofelia
Dulce niña
Luz recién nacida
No te vayas a un convento
No te mueras
Quédate aquí flotando
Mientras me adormezco
Para siempre
Al aire de tus claros pechos
Hacia allá
Yo sí quisiera que tú me hubieras parido
Tenue doncella que por el estero vas
Entre juncos y adelfas vincas y ninfeas
A perderte por la vida de origen abismal
Quiero estar ahora dentro de ti para ir
Donde el mal se ahoga y todo empieza a ser
Muy lejos de aquel árbol de doble rostro
Donde el ofidio se enroscaba a navegar
Por los cuatro ríos de la vida y del saber
Hacia sus tres sagradas reencarnaciones
Al delirio al torbellino ***
… sí vente conmigo con un tonto que nunca supo lo que era amar que yo seré tu padre y tu amigo que yo te daré los carbones de ansia para fundir el hielo y así desflorar la nieve que agostará la mentira que te convierte en la fiera que al hombre bebe con sus risas y sus pasos de hada y su gracia y su inocencia allá donde iremos podrás tú beber entera mi locura ah déjame apoyar la cabeza sobre tu rodilla y después respirar entre tus muslos el aroma de la sima de lilith de donde vengo y a donde voy al fin seguro en mi bendito delirio de los remolinos donde medio me atraías y yo medio me hundía y no me dejaron descender ni ver
*** En “Der Fisher”, Goethe & Willy en “Hamlet” III/IV.
El deseo
Todo mi deseo se concentra
en las raíces de mis dientes
En busca de la posesión
y del goteo de la vida
Donde busca ávida mi boca
Oh busca el acre sabor
de los animales salvajes
En los desgarros de tu carne
no desposeída de ternura
Ávida mi boca que busca
Tu vida oh inhumana ternura
Ante la entrada
Estero arriba al camino original
Donde un día fuimos otro
En celeste
Salto de versículo salvaje
Impulso de vida que llaman sexo
Un injerto
Juntos llegamos a la boca de la sima
Donde la luz escondió lo obscuro
Entre tus piernas
Donde el árbol crece desde tu vientre
Hasta mis dientes
Y pusieron la manzana para perderte
Pero tú y yo nos sentaremos ahí como
Siempre a comer
Tu fruto a bocados de cara a Poniente
Entre las hienas y los sátiros dormidos
Lejos del manzano
Aguardando a que luzca el rayo verde
Entre tus piernas
Mientras la mano del poeta injerta
Un trozo de su piel en el zarzal agreste
Arrojado al Tártaro
Pero resuenan los pasos por las aguas subterráneas
Desde el Hades donde se guardaron todas las ideas
originales de Platón y del que nada
aprendí después de ser nacido
Me aturden los restos que voy sembrando trozo a
trozo por aquí y en el más allá
Caen por detrás de mi cabeza
vacían mi cerebro y cuento cuántos pasos quedarán
Para llegar consciente al asidero de la alta cumbre
Hasta que el infierno me lo recuerde despeñando a
traición al hijo infiel que escruta
amaneceres junto a Beatrice
Porque todavía es un niño que aún no sabe conocer