ANTONIO SÁEZ DELGADO
ORTEGA Y GASSET EM LISBOA
Margarida I. Almeida Amoedo
Imprensa da Universidade de Coimbra, 2017
De todas las historias (e intrahistorias) que componen el cada vez más detallado mapa de las relaciones culturales entre España y Portugal a lo largo del siglo XX, sin duda la de la estancia de José Ortega y Gasset en Lisboa, mediados los años 40, es una de las más apasionantes y, hasta ahora, menos conocidas y estudiadas. Por eso, la publicación de este volumen de Margarida Amoedo (prestigiosa especialista que ya dedicó al autor una obra fundamental: José Ortega y Gasset: A Aventura Filosófica da Educação, Lisboa, INCM, 2002) se convierte en una excelente novedad editorial con vocación de transformarse en una referencia ineludible tanto para los estudios orteguianos como para los culturales ibéricos, llamados a constituir el panorama de las relaciones entre los dos países.
Tomando como motivo central el texto de las cinco sesiones que Ortega realiza en la Universidad de Lisboa, en 1944, del curso La razón histórica, que Amoedo traduce por vez primera al portugués con rigor y pulcritud, Ortega y Gasset em Lisboa nos ofrece, además de numerosas y sugerentes lecturas e interpretaciones de los textos que componen el corpus traducido, una reconstrucción histórica de los años lisboetas del filósofo español, con un notable aparato de documentación que no merma en absoluto la claridad y amenidad expositiva del discurso. Así, este libro es, al menos, dos libros: por un lado, el texto de Ortega, acompañado de las reflexiones de Amoedo sobre elementos queridos por el pensador español, como la misión del intelectual, el filosofar como tarea vital o la crisis de la racionalidad lógica. Y, por el otro, una amplia y precisa aproximación al tiempo del exilio de Ortega en Lisboa, desde su llegada a la capital lusa el 21 de marzo de 1942, tras la agridulce experiencia bonaerense.
A través de estas páginas nos asomamos a la vida lusitana de Ortega, que aprovecha la neutralidad lusa en el conflicto internacional para buscar en ella, como hiciera Ramón Gómez de la Serna en los años veinte, un lugar de sosiego y serenidad en el que centrarse en su obra. Margarida Amoedo nos da cuenta de los amigos portugueses de Ortega (tal vez con papel fundamental para Pedro de Moura e Sá), de sus reuniones en el café A Caravela de la Baixa lisboeta, de los varios textos (prólogos y artículos, entre los que destaca una reflexión sobre Velázquez) que escribe en la ciudad del Tajo y de los proyectos culturales que emprendió, como la editorial Azar, dedicada a la literatura en castellano. En algunas de estas circunstancias, así como en su colaboración con la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa, parece asomar entre líneas, o incluso de forma bien visible, el escritor Vitorino Nemésio, convertido en sombra y foco de luz, en paralelo, para el filósofo español.
Ortega preveía pronunciar diez sesiones de La razón histórica en Lisboa, pero su quebradiza salud (la misma que le había llevado a una primera experiencia portuguesa, en las playas del Algarve, en 1939) hizo que solo fueran cinco. Cinco lecciones que nos ofrecen, en este libro necesario de Margarida Amoedo, la posibilidad de rastrear algunos de los elementos del mejor pensamiento de su autor, debidamente contextualizado en el seno de las relaciones ibéricas tejidas en el meridiano de la década de los cuarenta. Una década marcada profundamente por la eclosión de la cultura oficial en los dos países, que veían cómo las figuras próximas a los fundamentos culturales más cercanos a los regímenes políticos que dominaban ambos estados alcanzaban cuotas verdaderamente importantes en lo que se refiere al acercamiento oficialista entre ambas culturas, con figuras como António Ferro, Eugenio Montes o Dionisio Ridruejo en medio del campo de operaciones. De ahí que el estudio de la figura de Ortega y Gasset en su exilio lisboeta fuese extremamente necesario, como factor de ponderación externo de un discurso construido desde el mismo seno de los intereses creados en el ámbito de la política, esa misma política sobre la que tanto escribió el filósofo. A partir de ahora, las relaciones portuguesas de Ortega cuentan en este libro con una brújula fundamental e imprescindible, un paso más en la comprensión y definición del complejo entramado de relaciones culturales entre los dos estados ibéricos a lo largo del siglo XX.