Enric Juliana – Aquí no hem vingut a estudiar

Fundación Ortega MuñozEscaparate de libros, SO11

GABRIEL MAGALHAËS

AQUÍ NO HEM VINGUT A ESTUDIAR
Enric Juliana

Arpa, 2020.

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Con Aquí no hem vingut a estudiar, el periodista Enric Juliana rebasa para siempre las fronteras de su oficio informativo y alcanza su mayor plenitud como escritor. Digamos que, a partir de esta obra, nos encontramos decididamente ante una creativa sirena: alguien capaz de análisis de una lucidez meridiana sobre el fluir de la actualidad, pero también un autor que domina el arte de la palabra de forma exquisita, aunando en su escritura la información, la historia y la literatura. Se siente en estas páginas el aliento de una obra de arte total, de estas que han sido buscadas, perseguidas, a lo largo de muchos años.

Aquí no hem vingut a estudiar saca del olvido en que vive sumergida la figura de Manuel Moreno Mauricio, un mecánico ajustador de Badalona y militante del PSUC. Alguien con una vida épica que incluye capítulos trepidantes como su participación en la Guerra Civil, su posterior combate en la Segunda Guerra Mundial en el bando aliado, su resistencia en la clandestinidad en esa pecera de tristezas que era la España franquista, su posterior prisión y condenación a muerte, una pena que le fue conmutada gracias a una intervención novelesca de un cura amigo y de la mismísima Eva Perón, conmutación esa que se transformó en 17 años pasados en el ámbito glacial de la prisión de Burgos.

El gran planteamiento de este libro se basa en el modo como la historia personal, en cierto sentido mínima, de este personaje se relaciona, en todo momento, con la historia general, máxima, del mundo. La intrahistoria unamuniana se articula con la visión de un satélite que girara alrededor de la Tierra, sacándole fotos a los amplios panoramas de la historia humana. Y estos dos enfoques se enlazan perfectamente, lo que nos permite entender como la vida del planeta, su fluir histórico, dialoga con nuestras biografías. Somos la lucha entre nuestros sueños y lo que nuestra época, de esos sueños, nos permite efectivamente realizar. Hay, pues, que aprender a soñar.

En esos 17 años de la prisión de Burgos. Moreno Mauricio, mecánico ajustador, se dedica precisamente a ajustar las piezas de lo que había sido el mecanismo de sus proyectos anteriores. Con la ayuda de sus camaradas, crea una especie de universidad en la cárcel, aprovechando el conocimiento que cada prisionero podía aportar. Se trata de reconstruir vidas destrozadas. De abrir una rendija por donde pueda entrar el futuro. Pero hay quien no piense de este modo; quien se empeñe tozudamente en insistir en lo mismo de siempre. «Aquí no hemos venido a estudiar», proclama el apasionado comunista vasco Ramón Ormazábal.

Y este es otro de los grandes méritos de este volumen: partiendo del personaje de Manuel Moreno Mauricio y de sus compañeros de presidio, se pinta el gran retablo de lo que fue el comunismo español de la posguerra, del franquismo y de los primeros años de la democracia. Teniendo en cuenta el modo como las decisiones comunistas fueron cruciales para la deriva de España –y recordemos el papel que tuvo Santiago Carrillo en la Transición y la importancia de Comisiones Obreras en los pactos de la Moncloa–, este texto resulta fundamental para comprender lo que fue la historia española de la segunda mitad del siglo XX.

Se trata, además, de un texto tan pensado como sentido. Y esto es una novedad en la obra de Juliana. Antoni Puigverd ha comentado, en su reseña de este libro, que el autor, a menudo frío en sus análisis, frío por deber profesional de cirujano de la actualidad, «muestra fugazmente el corazón». En realidad, en cada página laten, aunque sea discretamente, emociones de todo tipo: la de hacer justicia a los derrotados de la historia; la de dar el debido valor a gente como Moreno Mauricio; la de subrayar el papel histórico, al fin y al cabo positivo, del comunismo español; también la de enseñar a la gente a soñar.

Y este último tema, tan filosófico –en el sentido más noble de esta palabra–, tan alejado, en apariencia, de lo que es la misión informativa del periodista, constituye uno de los núcleos de sentido de este libro. Consciente de que esta materia más honda de su texto puede ser olvidada, el autor subraya su importancia en una nota inicial: «El destí individual i la gran riuada que anomenem Història: heus aquí la qüestió. La passió política és la voluntat d’intervenir en els engranatges que et poden trinxar. Endevinar la direcció del vent, flairar-la. Dubtar o decidir. Actuar o esperar. Desistir o resistir. Creure o estudiar. La dificultat de copsar els canvis quan tot just comencen a manifestar-se. Això va passar l’any 1946. Això va passar l’any 1962. Això torna a passar ara.» (p. 11) Por lo tanto, en la España actual, plagada de sueños, de proyectos, también de pesadillas latentes, Aquí no hem vingut a estudiar plantea justo lo contrario de lo que su título, irónicamente, afirma: este es un tiempo en que hay que estudiar, pensar y descubrir lo que es posible, lo que es acertado realizar.

Por consiguiente, Manuel Moreno Mauricio, que fue una lección viva para un grupo de jóvenes de la Badalona de los años 60 y 70 del siglo pasado, también puede serlo para todos nosotros hoy en día. Ya hace algunos años, en el 2008, Juliana había publicado un boceto de este trabajo, un texto titulado «L’home que no es va voler posar de puntetes», por ocasión de la celebración del centenario del nacimiento de Manuel Moreno Mauricio. Lo que era una evocación en 20 páginas de esta figura se ha transformado, 12 años después, en un gran libro, que se puede leer como una novela que es historia, o como historia que es novela. También, asimismo, como una biografía que nos enseña a encontrar las claves de nuestras propias vidas. Estamos ante un texto que logra el hito de constituir una pieza fundamental para entender el pasado reciente de España y, al mismo tiempo, una lectura crucial para aprender a construir el futuro de este país inquieto y trepidante, con frecuencia al borde del abismo.