Federico Guzmán
La canción del tomaco. Crónicas de viaje de una planta espiritual
7 de febrero / 9 de abril de 2013
Comisario: Michel Hubert
Ideada por Federico Guzmán y comisariada por Michel Hubert, la exposición recoge las experiencias del artista con el tomaco, una planta fantástica, injerto de tomate y tabaco que saltó a la fama en un capítulo de Los Simpsons. En un recorrido de la ficción a la realidad, el artista se apropió del invento para cultivarlo. El tomate y el tabaco pertenecen a la misma familia de plantas, las solanáceas, lo que permite su injerto y crianza en una sola mata. Uniendo sus tallos y compartiendo su clorofila, las frutas de tomate crecen en raíces de tabaco, y funden sus nombres, mitos y genealogías. El tomate, sustancioso alimento, es el cuerpo; y el tabaco, planta sagrada y chamánica es el espíritu. La alianza del tomaco propone señas de un camino de sabiduría regido por la proporcionalidad, la reciprocidad y la complementariedad.
Federico Guzmán. La canción del tomaco. Crónicas de viaje de una planta espiritual
Federico Guzmán. La canción del tomaco. Crónicas de viaje de una planta espiritual
Patrocinado por la Fundación Ortega Muñoz y mostrado en la sede del MEIAC, el proyecto incluye dibujos, grabados, fotografías y vídeos, además de una espectacular intervención en las paredes del museo y una aplicación con realidad aumentada que permite el cultivo virtual de la planta. El injerto de tomate y tabaco, desarrollado en parte en la comarca de Las Villuercas, contó con la colaboración del naturalista Joaquín Araujo. Pero es algo más que un experimento agrícola, o una metáfora visual. En la obra desarrollada por Federico Guzmán se comprometen también otros intereses. De una parte su mensaje nos dice que en la naturaleza se atesoran recursos que pueden, al mismo tiempo, alimentar cuerpo y espíritu. De otra advierte sobre la sobreexplotación química de los cultivos que está poniendo en grave riesgo la conservación del medio ambiente.