Ortega Muñoz y VEXTRE, un oráculo del pasado o una arqueología del futuro.

Fundación Ortega MuñozEntre viñas y castaños

Ortega Muñoz. La colina de las piedras blancas, 1963. Óleo sobre lienzo, 65 x 81 cm.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.

Ortega Muñoz en sus pinturas plantea, como VEXTRE[i], una Extremadura austera, un paisaje significado. Como un oráculo del pasado o una arqueología del futuro, ambas representaciones del territorio se producen en colores marrones, secos, áridos, con una belleza interior, directa, sin aspavientos, con una presencia silenciosa, con una realidad que habla al que “conoce”.

La frase «oráculo del pasado» puede interpretarse de varias maneras, dependiendo del contexto en el que se utilice. En el texto proporcionado, parece sugerir que la representación de Extremadura como «oráculo del pasado» se refiere a una visión o una imagen que evoca un sentido de antigüedad, sabiduría o misterio.

Aquí, «oráculo» puede entenderse como una fuente de sabiduría o conocimiento, a menudo asociada con la antigua Grecia, donde los oráculos eran lugares sagrados o personas que se creía que tenían acceso a información divina o profética. Por lo tanto, «oráculo del pasado» podría sugerir que la representación de Extremadura en la instalación artística tiene una cualidad misteriosa o sagrada que nos conecta con la historia y la tradición de la región. También podría implicar que esta representación nos ofrece una mirada introspectiva o reflexiva sobre el pasado de Extremadura y su significado en el presente. En resumen, «oráculo del pasado» sugiere una conexión entre el pasado y el presente, evocando un sentido de historia y sabiduría en la interpretación de la región.[ii]

La expresión «arqueología del futuro» es una figura retórica que se utiliza para describir una exploración o análisis de elementos del presente que, aunque pueden parecer ordinarios o cotidianos en el momento actual, podrían tener un significado o importancia relevante en el futuro. Esta frase sugiere la idea de desenterrar o descubrir aspectos del presente que podrían ser de interés para generaciones futuras, de la misma manera en que los arqueólogos desentierran y estudian artefactos del pasado.

En el contexto del texto proporcionado, «arqueología del futuro» parece referirse a la representación de Extremadura como una región que, aunque actualmente puede tener características específicas, está siendo analizada y reinterpretada de una manera que podría tener implicaciones significativas para el futuro. Esta frase sugiere una reflexión profunda sobre la identidad, la historia y el potencial de la región, y plantea la posibilidad de que la comprensión y valoración de estos aspectos puedan evolucionar con el tiempo.[iii]

VEXTRE y ALVEX, son dos proyectos de arte interactivo de Maite Cajaraville. © Arquivo da Fundação Eugénio de Almeida, fotografías de Francisco Pereira Gomes
VEXTRE y ALVEX, son dos proyectos de arte interactivo de Maite Cajaraville. © Arquivo da Fundação Eugénio de Almeida, fotografías de Francisco Pereira Gomes

VEXTRE, Aumentando la Realidad Rural, es el nombre de mi proyecto para el MEIAC en 2021. Un proyecto híbrido, entre realidad expandida e instalación plástica que desafía con rigor el territorio del que recoge los elementos que lo generan. En efecto, la escultura expuesta en VEXTRE es el resultado de una exhaustiva lectura social, cultural y económica del territorio, cuyos datos, distribuidos con criterios precisos, generan un objeto digital que Maite Cajaraville crea en cerámica mediante una impresora 3D.[iv]

VEXTRE se dibuja como un mapa emocional en tres dimensiones. Un viaje que supone un acercamiento para redescubrir el territorio que habitamos y subvertir esas supuestas realidades extremeñas. Los datos fluyen en esta pieza de la misma forma que la cultura se transmite, evoluciona y se comparte mediante procesos sociales y educativos, construyendo así la identidad. Con esta exposición se pretende redescubrir el territorio con un mensaje de urgencia sobre el cuidado del entorno y sus gentes frente a la turistificación masiva y la extracción sin límites que pueda derivar de las prácticas consumistas, además de reformular prejuicios interiorizados con una imagen tecnológica y avanzada, que interfiere en los patrones tradicionales con la idea de un nuevo mapa de datos de Extremadura.[v]

VEXTRE y ALVEX, son dos proyectos de arte interactivo de Maite Cajaraville. © Arquivo da Fundação Eugénio de Almeida, fotografias de Francisco Pereira Gomes

Podemos decir con seguridad que la escultura se presenta como una voz oracular. Críptico como el oráculo de otros tiempos, habla de las materias primas de la región, de las razones demográficas, de las limitaciones económicas, presentando el territorio en una elocuente traducción 3D. Y, como un oráculo, no son las respuestas lo que importa, sino lo que hacemos con ellas. De entrada, para el espectador la posibilidad de desmontar estereotipos e ideas preconcebidas sobre el territorio configura una notable eficacia política. La responsabilidad de esta «escultura del futuro», como acertadamente la llamó Natalia Piñuel Martín, es compartida por el artista con las instituciones y el espectador, todos ellos implicados en esta reformulación del imaginario colectivo del territorio.[vi]

Así Ortega Muñoz presenta también el territorio, con árboles tronco, sin florituras, directo, sin entretenimientos, presenta una realidad intensa, una realidad social, un alma devastada, una escepticismo sin paliativos, una aproximación cruda, de aceptación del destino.

Ortega Muñoz presenta el pasado, y también el futuro, puesto que no deja espacio para la especulación, esto es así. Así mismo VEXTRE presenta datos recogidos en una investigación hecha pueblo a pueblo. Sin especular, sin maquillar. Como Ortega Muñoz en sus paisajes, presenta de manera escueta una realidad. Como Ortega Muñoz, presenta también una realidad más allá. En ese minimalismo impresionista convergen varias capas de significado, así como en VEXTRE, hay también un código no escrito que nos da las claves para desentrañar el alma extremeño.

Ortega Muñoz. Castaños, c.1969. Óleo sobre lienzo 73 x 92 cm.
Colección particular.

El manifiesto sobre «futurismo rural»*, acuñado por los investigadores Leandro Pisano y Beatrice Ferrara, plantea un desafío a los actuales discursos capitalistas sobre la ruralidad como lugar auténtico, utópico, provinciano, tradicional o estable, donde se idealiza desde las megalópolis el anacronismo de estos territorios. El manifiesto comparte un nuevo mensaje basado en «pertenencia versus alienación, desarrollo versus atraso».[vii]

Me pregunto qué pensaría Godofredo de este nuevo manifiesto. Hombre que ha viajado por otros países, ciudades y observado otros paisajes y gentes. Me atrevo a especular que pensaría Extremadura como auténtico, y se desprendería de provinciano y abrazaría con tristeza la alienación de sus personajes. Rechazaría de plano lo utópico y desde luego lo estable si no es por la precariedad que hunde sus raíces en Extremadura incluso hasta hoy. Afortunadamente, las cosas están cambiando.

El año pasado se realizó la primera edición del festival de arte electrónico y tecnologías libres de la Campiña Sur de Extremadura “Electronic Fields”[viii], “Campos electrónicos”. El título surge como doble juego de la palabra campo, y de la invisibilidad de los campos electrónicos, fuerzas magnéticas que nos obligan a repetir comportamientos, como esas capas invisibles que planean sobre el campo extremeño. Como esas aves carroñeras que están mirándonos para ver dónde pueden extraer su negocio. Electrónico también como el estado de shock que necesita el extremeño para reaccionar, para tomar las riendas, como electricidad que en cierto estado mental de desarraigo, apatía y escepticismo rodea los campos extremeños de Ortega Muñoz. Y quizá también como ese “kireji del haiku que desata algo similar a un chispazo, generando una breve iluminación, un modesto satori ocasional” como inteligentemente ha asociado el filósofo Vicente Huici Urmeneta en su artículo “Ortega Muñoz y la esencia del Haiku”, en esta misma revista. [ix]

Ortega Muñoz. Tierras Blancas, 1964-1970. Óleo sobre lienzo, 73 x 92 cm.
Museo de Navarra, Pamplona.

Ortega Muñoz habla desde lo más profundo y con una honestidad bestial. En Ortega Muñoz podemos ver también esos campos electrónicos, esas capas invisibles, no habla Ortega sólo del paisaje, sin pintarlos, pinta también esos campos electrónicos que son la realidad superpuesta, abstracta, abrumadora y a veces insoportable de Extremadura y de sus gentes.

Para entender todas estas realidades que atañen al pintor, a la artista electrónica y a la sociedad de extremeña me gustaría dejar aquí una reseña documental que explica el escepticismo y la fatalidad del destino: “Hambre de Tierra. La Cuestión Agraria en Extremadura” producida en el Sur de Extremadura por Producciones Morrimer.[x]

Es quizá enfrentándonos a nuestro ser más profundo que podamos reformular el imaginario colectivo del territorio.

Maite Cajaraville
Artista de medios electrónicos.
http://maitecajaraville.org/
Texto desarrollado para “Entre viñas y castaños” en Madrid 3 de abril de 2024

VEXTRE y ALVEX, son dos proyectos de arte interactivo de Maite Cajaraville. © Arquivo da Fundação Eugénio de Almeida, fotografías de Francisco Pereira Gomes

[i]Maite Cajaraville, artista pionera del new media art en España, nació en una de estas regiones europeas vaciadas, Extremadura. Combinando esta aproximación personal con su visión social y política, inició este proyecto de arte electrónico en 2017 para llamar la atención sobre las comunidades rurales y las inequidades del ultracapitalismo. https://info.vextre.org/

[ii]Texto desarrollado con la ayuda de la Inteligencia Artificial ChatGPT. “Oráculo del pasado”

[iii]Texto desarrollado con la ayuda de la Inteligencia Artificial ChatGPT. “Arqueología del futuro”

[iv]Nota de prensa VEXTRE para la exposición en el MEIAC

[v]Texto curatorial de Natalia Piñuel Martín, historiadora y productora de arte, del catálogo de VEXTRE, Extremadura en Sitios, MEIAC, 2021

[vi]Texto curatorial de José Alberto Ferreira, director artístico del Centro de Arte y Cultura de la Fundación Eugénio de Almeida

[vii]Pisano, Leandro & Ferrara, Beatrice. The Manifesto of Rural Futurism (2018), https://www.ruralfuturism.com/

[viii]Electronic Fields es un proyecto de Maite Cajaraville, artista electrónica, comisaria de arte y productora cultural, en colaboración con Piksel, festival pionero del arte electrónico y la militancia tecnológica, que en noviembre celebra su edición número 21 en Bergen (Noruega). https://electronicfields.es/

[ix]Vicente Huici Urmeneta en su artículo Ortega Muñoz y la esencia del Haiku. Entre Viñas y Castaños. https://ortegamunoz.com/entre-vinas-y-castanos/ortega-munoz-y-la-esencia-del-haiku/ 

[x]“Hambre de Tierra. La Cuestión Agraria en Extremadura”, documental producido por Producciones Mórrimer y dirigido por Ángel Hernández y Pedro Martín. Con la colaboración de Francisco Mateos y la banda sonora original de Manolo López. (3 capítulos) https://www.canalextremadura.es/a-la-carta/hambre-de-tierra-la-cuestion-agraria-en-extremadura/videos/hambre-de-tierra-la-cuestion