La imaginación es el territorio del arte. Lo saben Ariadna Camps y Daniel Martínez, creadores del Bosque de To, cerca de Plasenzuela, un municipio en la provincia de Cáceres de 400 habitantes, con bastantes niños y jóvenes. Un espacio de fábula, nacido del entusiasmo, y de la convicción, condimentos necesarios en todo proyecto vital que se precie.
Desde muy joven Ariadna ha tenido la certeza de que algún día iba a construir un lugar mágico, donde estuviera rodeada de arte y poder expresarse a través de la música, la pintura, la escritura, el teatro, el baile y todas las formas de expresión artística. “Imaginé –me habla ilusionada- un espacio donde compartir nuestras pasiones, en el que cada rincón respirara creatividad, una fábrica de sueños en la que las mentes inquietas pudieran dar rienda suelta a su imaginación”. La misma ilusión desborda Dani Martínez, su compañero en esta aventura, “Cuando conocí a Ariadna y escuché su sueño de crear un proyecto donde todas las artes pudieran converger en un entorno natural, algo en mí vibró de emoción. Era como si su visión se conectara de inmediato con algo profundo en mi interior. Siempre he sido una persona apasionada por el arte y la naturaleza, y la idea de un lugar donde ambas cosas fusionaran de manera tan armoniosa me cautivó de inmediato.”
Ese sueño va cobrando forma (confían en abrir a inicios de 2024) en la Escuela de Arte y Vida, un espacio autogestionado que apuesta porque tod@s tengamos un acceso a una educación artística, sabedores de la importancia que supone la creatividad para el desarrollo integral de la persona. Me parece muy interesante la propuesta de organizar una serie de talleres para mantener vivos los saberes antiguos, autóctonos, los oficios olvidados… Tendrían cabida en esta Escuela de Arte y Vida, que además ya tiene perfilada una serie de talleres de artes escénicas y de artes plásticas, y actividades temporales como espacios cinematográficos, en los que participen los convecinos del pueblo pero también de los alrededores, y un proyecto de residencias artísticas a través de Europa Creativa, Programa de la Unión Europea destinado a impulsar y fortalecer los sectores culturales y creativos.
Luego está el Museo de Mitología y Leyendas de Extremadura, porque en el Bosque de To puede pasar de “to”… Parece ser que por aquí campan a sus anchas las “moras” de las cuevas o Jáncanas, con forma de culebra, que bajan de Las Hurdes al Bosque de To. Son “mora/doras”, las antiguas Ninfas o númenes de las fuentes. Cuentan que un pastor se acercó a una cueva en la que había baratijas. La Jáncana le pidió al pastor que la desencantara. Para ello, el pastor debería permitir que la culebra se enroscase hasta por tres veces en derredor de su cuerpo. Cuando estuviera bien enroscada, el pastor le escupiría tres veces. En ese mismo instante, la Jáncana le haría la pregunta del ritual. Dicho y hecho. Después le dio a elegir, “¿qué es lo que prefieres?”. El pastor contestó: “las tijeras”. Entonces muy enfadada le dijo: «¡serán para cortarte la lengua!» Iba gritando por los montes: «¡desgraciado, que otros cien años a vivir bajo tierra me has condenado! ¿Por qué no dijiste todas las alhajas de la cueva y a mí la primera…?» Y el pastor escapó. O El Estignao, que de la mano del herrero Antonio Ollero, de Casar de Cáceres, será forjado como un duende gigante. El Estignao viste de levita y sombrero de copa, y siempre aparece fumando puros. En una ocasión un cabrero no tenía mecha para encender un cigarro, vio a lo lejos al Estignao y le pidió lumbre, no se asustó, porque, como él decía: “quien viste de levita ha de ser persona decente”. Pero ay de aquel que rechace su ofrecimiento, entonces se enfurece y con su eslabón y pedernal para encender cachimbas desata las peores tormentas. Te puedes encontrar además con el misterioso Pelujáncanu, la enigmática Serrana de la Vera o el imponente Machu Lanú.
En mis conversaciones con Ariadna y Dani el verbo que más se utiliza es “dinamizar”, están convencidos de que la cultura puede ser un agente movilizador del cambio, sobre todo en este tipo de proyectos apegados al territorio, al contexto, que contribuyen a la lucha contra el despoblamiento rural. No falta su fuerte compromiso con el medioambiente, con la regeneración y la conservación del medio natural más próximo, gestionar sosteniblemente este bosque, luchar contra la degradación de estas tierras y detener la pérdida de biodiversidad. “Queremos –defiende Dani- infundir valores de respeto, amor, igualdad, cuidando la relación con el entorno y con los demás seres vivos y tratando de fomentar el apoyo mutuo, la cooperación, el trabajo colectivo, y la preservación de los modos sostenibles y coherentes con nuestro entorno natural”. El Bosque de To se asemeja a un gran terrario repleto de encinas y alcornoques, donde anidan multitud de aves, como rabilargos, abubillas, abejarucos, águilas culebreras, milano negro, cigüeña blanca, búho chico… Para su mejor conservación tienen proyectada la creación de unas charcas, que sirvan de abrevadero y permitan regular la temperatura del ecosistema, generando un particular microclima en beneficio de la fauna y flora. “Este bosque es nuestro hogar y, como tal, nuestro objetivo es cuidarlo y mimarlo… ¡Entre todos!”
Martín Carrasco