Volví a encontrarme en el Thyssen con “De Ballenas”, una videoinstalación de Wu Tsang basada en el clásico de Melville “Moby Dick”, estrenada en la pasada Bienal de Venecia donde formaba parte de la exposición de arte internacional The Milk of Dreams. Me dejé llevar en el Arsenal, bajo los arcos del muelle de Gaggiandre, junto a un público absorto ante las maravillosas profundidades oceánicas vislumbradas por una ballena. Una experiencia -este era su objetivo- verdaderamente inmersiva, acrecentada por los reflejos en el agua. La belleza de las imágenes no ocultaba el temor ante las amenazas que se ciernen sobre los mares.

Esta propuesta se realizó en colaboración con TBA21 Academy, con sede en Venecia, Ocean Space, cuyos fines responden a la defensa de los océanos; depende de la Fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporany (TBA21), creada en 2002 en Viena por Francesca Thyssen, y con un programa expositivo centrado en propuestas contemporáneas en Madrid, en el Museo Thyssen. Todo un logro, sin duda, pues no es habitual este tipo de maridajes entre arte clásico y contemporáneo, “Muchos museos históricos –recuerda Francesca-, como el Louvre, se han abierto al siglo XXI. La idea es aportar otra dimensión a la colección, establecer un diálogo entre lo viejo y lo nuevo, y ver qué responsabilidad social tenemos con la gente local, no solo con los turistas”.

En mi opinión TBA21 apuesta por el tiempo que nos ha tocado vivir, es un proyecto en este sentido eficaz, de largo alcance, baste mencionar la fantástica exposición Paisajes emocionales, de un artista poco conocido en nuestro país, Ragnar Kjartansson, que recibió críticas entusiastas, fue considerada “una de las exposiciones más redondas” del pasado año. En varias entrevistas Francesca Thyssen ha demostrado tener las ideas claras, es, además, una de las grandes “productoras” de arte del mundo, “Durante el proceso de producción –comenta en una entrevista- tomé conciencia y comprendí la importancia del encargo de obra, algo que los grandes filántropos han hecho siempre. (…) El proceso de encargar obra implica un aprendizaje. Creo que este es nuestro auténtico legado: proyectos que no encajan en el ámbito «comercial» del arte”. No en vano para Francesca Thyssen TBA21 es un proyecto de vida, de ahí su enorme implicación, yo diría casi en comunión con los artistas.

En palabras de Carlos Urroz, que fue director artístico de TBA21 durante cuatro años, Francesca Thyssen “es una mujer que cree en el arte como agente de cambio, que confía en el valor transformador del arte; para ello se dedica a producir, exponer, coleccionar obras de artistas contemporáneos con un contenido social y medioambiental. Normalmente son producciones interdisciplinares que persiguen crear una obra que transmita unos valores y que luego se muestre en colaboración con otras instituciones. (…) Y siempre ha sido nuestra intención aportar proyectos que traigan un poco de esperanza y fe en el futuro”. Nuevamente se establece otro tipo de maridajes, a partir de colaboraciones entre artistas y profesionales (arquitectos, científicos, músicos, sociólogos, biólogos, cineastas…), en busca del mutuo enriquecimiento, así el artista puede adentrarse en otros campos de conocimiento que le sirvan para articular su propia obra, y viceversa.

Me gustó la videoinstalación de Wu Tsang, quizás porque me siguen interesando aquellos artistas que intentan dar respuesta a las realidades de cada época para su mejor conocimiento, capaces de revelar -además- sus contradicciones. TBA21 Academy también coprodujo la instalación After Nature, de Claudia Comte, que participó en varias expediciones oceánicas para estudiar la bioluminiscencia. Fue invitada por Francesca Thyssen para que se sumara a otro proyecto relacionado con la protección de un espacio de Jamaica de cinco kilómetros de costa, sometido a la sobrepesca, con el ánimo de recuperar los fondos marinos. ¿El resultado? Una invitación a sumergimos en un universo de colores bioluminiscentes, a partir de dibujos y motivos coralinos, quizás la última foto fija de una memoria -la de nuestro presente- que tiende irremediablemente a perderse…

Un aldabonazo a nuestra conciencia que se extiende a otra exposición, Moving Off the Land II, de Joan Jonas, en la misma línea discursiva que las anteriores. Jonas rinde homenaje al océano, a su influencia en las culturas a lo largo de la historia. Se impone una visión totémica. Al mismo tiempo critica la difícil relación del ser humano con el medio ambiente, la frágil ecología… Jonas lo evidencia desplegándose en varias disciplinas (vídeo, escultura, dibujo, sonido, performance…) En sus trabajos entrelaza poesía y prosa de autores como Melville, Rachel Carson, Sy Montgomery o Emily Dickinson con imágenes filmadas en mares y acuarios.

Otros proyectos de TBA21 siguen respondiendo a los grandes retos de nuestro siglo, una vez más en defensa del medio ambiente, es el caso de la muestra Futuros abundantes en tiempos convulsos, con piezas de Pipilotti Rist, Tomás Saraceno, Teresa Solar, Patricia Domínguez, Olafur Eliasson, entre otros artistas, que pudo verse recientemente en el Centro de Creación Contemporánea (C3A) de Córdoba, donde se aloja Colección de Francesca Thyssen.  “Creemos – afirma Francesca- que es necesaria una respuesta desde el ámbito cultural para cambiar los paradigmas hacia un pensamiento más imaginativo y regenerativo, que a su vez conduzca a un futuro más sostenible y abundante. (…) Buscamos nuevas formas de producción e investigación artística, para propagar la urgente necesidad de cambio de pensamiento ecológico y artístico en un momento álgido de grave pérdida medioambiental en un planeta ya muy dañado”.

Martin Carrasco