Conversación con un cactus
Saboten to no kaiwa
Hay un renacimiento curioso del animismo por vía de la ciencia y la tecnología.
ACP/AyN
De fábula a farsa, la exposición Inter-passion del artista y dúo de cineastas Elise Florenty & Marcel Türkowsky, presenta el primer acto de un proyecto que explora la relación bastante desconocida pero bastante común, «kin (d) ship», entre humanos y cactus. Al observar la interrelación o más bien la pasión de los humanos por esta planta, es decir, cómo la forma y la materialidad del cactus pueden afectar las acciones y pasiones humanas, los artistas han investigado el potencial subversivo de las representaciones de esta relación. Así revelan cambios de perspectivas, roles y posiciones de poder, a través de métodos de imitación, enseñanza y posesión. Lo que está en juego aquí es un doble reflejo en el cual el cactus está «humanizado» y el humano está «cactus-izado».
[EN] From fable to farce, the exhibition Inter-passion by the artist and filmmaker duo Elise Florenty & Marcel Türkowsky, presents the first act of a project which explore the rather not known but quite common relationship, “kin(d)ship”, between human and cactus. By looking at the inter-relation or rather inter-passion of humans for this plant, i.e. how the cactus’ form and materiality can affect human actions and passions, the artists have investigated the subversive potential of representations of this relationship. They reveal shifts of perspectives, roles and power-positions, through methods of mimicking, teaching and possessing. What is at stake here is a double mirroring in which the cactus is “humanised” and the human is “cactus-ised”.—in INTER-PASSION by Elise Florenty & Marcel Türkowsky @ Grimmuseum, Artsy.
Conversación con un cactus
Saboten to no kaiwa
Elise Florenty, Marcel Türkowsky
En la década de 1970, el matrimonio Hashimoto intentó enseñarle a un cactus el alfabeto japonés, utilizando un detector de mentiras para convertir las reacciones de la planta en sonido y así darle voz. El objetivo era utilizar plantas como posibles testigos en investigaciones de homicidios. Elise Florenty y Marcel Türkowsky tuvieron acceso al archivo y fueron los primeros en traducir los experimentos al inglés. El señor Hashimoto, un ex director de Fuji, contribuyó al desarrollo de la tecnología Giant LED y Neon Panel. La tecnología y las tradiciones culturales se combinan a lo largo de la película, como en la historia ficticia ambientada en los suburbios de Tokio, un entorno conocido por sus tradiciones animistas, la ultra-tecnología y la «política del silencio». La película es una exploración aireada y soñadora del yo y el otro, del mito y la historia, la verdad y la mentira, en relación con el experimento de Hashimoto.
Conversation with a Cactus
Saboten to no kaiwa
Elise Florenty, Marcel Türkowsky
In the 1970s, the Hashimoto husband-and-wife team tried to teach a cactus the Japanese alphabet, using a lie detector to turn the plant’s reactions into sound and thereby give it a voice. The goal was to use plants as potential witnesses in murder investigations. Elise Florenty and Marcel Türkowsky were granted access to the archive and were the first to translate the experiments into English. Mr. Hashimoto, a former Fuji director, contributed to the development of the Giant LED and Neon Panel technology.
Technology and cultural traditions combine throughout the film, such as in the fictional story set in Tokyo’s suburbs, an environment, known for its animist traditions, ultra-technology and the ‘politics of silence’. The film is an airy, dreamy exploration of the self and the other, of myth and history, truth and lies, in relation to the Hashimoto experiment.
—in IFFR, 2017
El Experimento de Hashimoto
The chief of research for Fuji Electronic Industries has constructed special instruments which translate the electrical output of plants into modulated sounds, giving voice to a cactus. Relying on her affinity for plants, Mrs. Hashimoto looks forward to an actual conversation with her cactus… Convinced it possesses an intelligence, she is determined to teach it the Japanese alphabet — in YouTube