“Este lugar es maravilloso, hay infinidad de detalles que le dejan a uno con la boca abierta. Acabo de ver una escalera que no va a ningún sitio, está absolutamente decorada y, como dijéramos, recién pintada, pero es una escalera inútil. Debió servir para algo, pero ya no sirve, ahora sirve solo para un disfrute visual”. Quien habla es Isidoro Varcárcel Medina, y lo hace para el video documental de José Filemón sobre la tercera edición de Lumen, un festival en torno a la luz avalado por T20 Proyectos. También participa Alfonso Albacete y Elvira Amor. Merece la pena verlo. Los artistas reflexionan sobre su obra, pero van más allá: hablan además de su experiencia en Genalguacil. Y es que, del perfecto maridaje entre arte contemporáneo y territorio este municipio malagueño -de apenas 400 habitantes- se ha convertido en un referente en la lucha contra la despoblación.

Creo que Genalguacil ha sabido entender el arte como una herramienta de futuro… Les vi publicitarse en alguna de las llamadas ferias “satélites” de ARCO como Pueblo Museo, “el único habitado del mundo”; y en la actualidad ya participa en el gran “escaparate” del arte contemporáneo que es ARCO siendo, en mi opinión, es una de las propuestas institucionales más sólidas, y eficaces.

Todo comenzó 1994, gracias a los Encuentros de Arte creados por Fernando Centeno, alcalde entre 1983 y 2003, “Me dijeron que estaba loco, que para qué invitaba a cuatro artistas en vez de arreglar las calles. Yo quería encontrar algo diferente y singular que hiciera que la gente viniera a Genalguacil, que está alejado de las principales vías de comunicación”. Desde entonces esa “locura” se ha mantenido en el tiempo, la voluntad política sigue firme y el pueblo posee hoy una nueva identidad. La apuesta por el arte emergente como motor de crecimiento, en connivencia con el criterio de profesionales que saben escuchar a los convecinos, han sido claves en su reinvención. Resulta interesante por otro lado descubrir cómo se conjuga arte y artesanía, la actualización de la memoria desde postulados contemporáneos, la paridad en las propuestas… y un etcétera plagado de consenso entre territorio y artistas que hace posible esta experiencia de arte que es Genalguacil Pueblo Museo.

En los Encuentros, que se celebran durante la primera quincena de agosto en años pares, los artistas seleccionados plantean sus propuestas en torno a la Cultura, Arte, Naturaleza y Tradición, conformando el imaginario con el que Genalguacil se identifica. La huella de los artistas se despliega por las calles y plazas del pueblo, algunas piezas entran a formar parte del Museo de Arte Contemporáneo “Fernando Centeno”, creado en 2004, en un antiguo molino que fue rehabilitado. En estos momentos Genalguacil Pueblo Museo acumula un patrimonio por el que han pasado más de 200 creadores, entre otros, Isidro López-Aparicio, Fuentesal & Arenillas, Álvaro Albadalejo, Jesús Palomino, Christos Papasotiriou, Gala Knörr, Julio Falagán, Josechu Dávila, Leonor Anker, Ana Blasco, Julio Antonio, Ana Pellón, Mario Marini, Pepa Jordana, Guillermo Fornés, Eduardo Andaluz, Luisa Arcos, Alfredo Cózar, Sonia Espejo, Manuel Jurado, Mercé Iglesias, Ricardo Dávila, Víctor Ara, Lucía Herrera, Paco Arenas, Bárbara Sheehy, Helena Aikin, Ana Pérez, Pereda, Jaime Becerra, Eva Juenger, Carolina Martín, Eduardo Fermín, Nati Serrano, Raquel Lara, Manuel Terroba, Nuria Manzano, Ralf Kiwus, Ien Dobbelaar, Gonzalo Polo, Juan Zamora, Juan Francisco Casas, Eugenio Merino, José Luis Serzo, Tamara Feijoo, Daniel Silvo, Antonio Fernández Alvira, Juan del Junco, Anthony Stark, Fito Conesa, Jesús Zurita, Pablo Capitán del Río…

Como en ocasiones precedentes –ya van tres años consecutivos que asisten a ARCO- me he detenido en su stand. De lejos me llamó la atención una farola calzada por una naranja, es obra de Arturo Comas, una intervención en el espacio público realizada, al igual que las demás piezas, en los pasados Encuentros. Alude a la inclinación orográfica del municipio y a su lucha contra las adversidades. En palabras de Juan Francisco Rueda, su comisario, “es una indagación poética en torno a los elementos binarios de: la casa y el cosmos; el interior y el exterior; el día y la noche, o lo local y lo universal”. Todo sumado tiene que ver con la realidad que atañe al territorio, incluso la más doméstica, como las imágenes –verdaderamente sublimes- de los espejos genalguacileños escaneados por Martínez Bellido, o las piezas “Corrillo de Patronajes”, de Paloma de la Cruz, que nacen de las reuniones alrededor de las labores textiles, y “Devenir Lyra, de la extremeña Paula Valdeón Lemus, que delinea una especie de constelación a partir de la lacería nazarí y la estrella tartésica. Ambas artistas fueron seleccionadas en el I Encuentro Cerámico de Genalguacil, en el que durante un mes y medio trabajaron con arcilla como materia prima para desarrollar proyectos cerámicos para el municipio. Una vez más, las artistas han contado con la implicación de los vecinos.

Los resultados están siendo tan satisfactorios que una iniciativa lleva a otra, a buen seguro producto de la retroalimentación. A los Encuentros Cerámicos se suma el proyecto Arte Vivo, que se viene realizando de modo bienal desde el año 2013, ocupando los años impares. Bajo comisariado se invita a creadores a exponer en el Museo de Arte Contemporáneo y a intervenir en la trama urbana, además de la realización de talleres, actividades, actuaciones musicales… Las exposiciones deben poseer un vínculo con la identidad, la artesanía y el imaginario de Genalguacil. En estos momentos se exhibe la muestra textil comisariada por Nerea Ubieto “Crisálida”, de Marie Isabelle Poirier Troyano, que reúne algunas de sus primeras obras realizadas con la técnica shibori con su más reciente producción. Otros artistas participantes en ediciones precedentes han sido Marta de Pablos, Ana Sánchez Trujillo, Javier Calleja, Benjamín Ramírez, Arancha Goyeneche, Fernando Renes, Alfonso Silva, Tamara Arroyo, Antonio R. Montesinos, Rosell Meseguer…

Por último, Genalguacil Pueblo Museo ha puesto en marcha un Laboratorio para impulsar proyectos pilotos a nivel europeo, que además servirá para recoger propuestas ciudadanas, apoyar el emprendimiento, solicitar ayudas a ministerios, atraer inversiones tanto privadas como internacionales, participar en programas como “Horizon Europe” o “Erasmus”, acceder a fondos “Next Generation” … Con todo ello, defiende Miguel Ángel Herrera, alcalde de Genalguacil, “se persigue el objetivo fundamental de fijar población al territorio a la vez que se recupera talento local y se captan nuevos talentos que deseen trasladarse al municipio”.

¿El resultado? Genalguacil, después de cincuenta años perdiendo población, la está incrementando en un 4% anual desde 2019. Se cumple el dicho de que no existen proyectos buenos o malos, sino eficaces.

Martin Carrasco