Juan Carlos Suárez

Fundación Ortega MuñozSeparata, SO9

JUAN CARLOS SUÁREZ

Viaje alrededor del adiós

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Fotografía: PAKOPÍ

Como en un cruce de miradas, sin saber si has de sonreír, un rubor de sentimientos planea sobre el destino último: la semblanza.

El pasado ya está preparando su estrategia para dejar huérfano al corazón.

Y al futuro.

—La evocación, Luis. Los recuerdos se convertirán en un murmullo de nostalgia.

Y los objetos..., ¿en reliquias?

No permitas que añorar vaya a formar parte del Museo de la Palabra.

Madrid, mediados de los 70, entre tunda y tunda (policía, grupos fascistas...) la fotografía mediocre y gris de la época toma coloración con una botella de Magno y una docena de pasteles: el dictador ha muerto.

La pensión de «Doña Concha» es un continuo trajín de siseos y en nuestros oídos retumba Dr. Feelgood. La noche fue corta, pero el júbilo, eterno.

¿Te acuerdas?

Semanas después hubo que hacer cola; el desaparecido Cid Campeador estrenaba La Naranja Mecánica. Había que ir a ver a los «drugos» y celebrarlo. En vaso largo.

Entretanto, los rascadores, el buril, las planchas...; y el barniz, serenando líneas. Tu tiempo de grabado y grabaciones.

La creación a ritmo de Lynyrd Skynyrd.

De repente LA BOBIA, «Bar de la Movida», son los 80 y nos gusta El Rastro. Los domingos siempre sale el sol.

¿Mereces algún elogio, Luis?...¡Todos!

Visitas al extinto Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC): Manolo Millares; Antoni Tàpies... A sus jardines, a las fuentes y los «corrillos».

—¿Francis Bacon?, Sí, en El Reina Sofía...

El olor entrañable de los colores, las fragancias, las emociones. Joy Division.

Los sonidos.

Y las risas. La solidaridad de una broma suavizada en el semblante.

Una petición gentil: —Coge un punto del horizonte y haz palanca. Veremos cómo se refleja el mundo.

Ese mundo, esa tierra, ese lugar que estamos destruyendo, «Y ahora se ha rematado la faena... Han optado por acabar con él... Negocio y negocio».

Ninguna pared entre tú y la honestidad.

Badajoz, siglo XXI, abandonas el lienzo y perfilas preguntas. Palabras.

País donde la identidad se construye a base de olvido, encaraste al servilismo con el compromiso. Una capa de imprimación necesaria para «nuestros» regidores; conservadores y Neo... ¿Qué?

— É verdade, é muita verdade... Que nunca estuviste al lado de los discursos, las palmaditas y las sonrisas
beatíficas

— É verdade, é muita verdade... Que eras solícito y cariñoso; con tus destellos de genialidad, y vehemencia.

— É verdade... ¡Que te echaré tanto de menos!

Tu búsqueda de respuestas personales frente a egoísmos y xenofobias. Viejos privilegios de un mundo lleno de muros.

Tu mirada extrañada y perpleja sobre ese territorio existencial que significa la vida, y que traqueteaba tu espiritu de un tiempo acá; consciente del dolor. Solemne.

—Quieres que te diga que recuerdo sensaciones...

Siempre divertido y fascinado, abusabas del tiempo para crear atmósferas de libertad. Luz y aire.

Que la amistad te llamara la atención, fue un regalo. Y el mío, que me dieras acceso a esa riqueza.

—¡Adiós, tronco !... Siempre te gustó viajar.